Primer intento, fallido
Ayer era el día, pero no fue posible.
Al dolor de perder un hijo, cuando es por motivos de tráfico, muchas veces se une el de que si ha habido un presunto culpable, la mayoría de las veces el menos afectado, tienes que demostrar que efectivamente así fue y esperar pacientemente a que se produzca un juicio.
El juicio, la mayoría de las veces dos años después del suceso, te lleva a rememorar todo lo que pasó ese día.
Además el duro golpe de ver, conocer, estar al lado del «presunto culpable»
Pero es algo más que en un duelo hay que pasar.
En nuestro caso, ayer era el día.
Pero por si no nos habían causado bastante dolor arrancándonos a nuestra hija, tenemos que pasar todavía muy malos momentos y ese juicio tan esperado no llegó.
No llegó por no presentarse el inculpado.
Ahora habrá que comprobar si su ausencia es justificada y volver a empezar y esperar 5 nuevos meses, para que se produzca nuevamente otra cita.
Si en este caso, nos habríamos pasado estos meses de verano esperando la sentencia, ahora los pasaremos pensando que él ha conseguido una demora para pasar sus vacaciones y seguir teniendo su carnet 5 meses más, además de los 2 años y 2 meses que llevaba ya de regalo.
Dentro de 5 meses, otra vez, nervios, angustias, rabia, incertidumbre, dolor.
¿Tendrá en cuenta la justicia además de todo el daño psicológico sufrido hasta ahora, el que se nos prorroga por 5 meses más?