Que no te devuelvan el casco

Queridas madres:

Una vez más apelo a «la mano que mece la cuna».

Sé que es mucho trabajo y responsabilidad para nosotras las mujeres, pero ¿Creéis que es mejor que después de pasar 9 meses compartiendo nuestra vida, salud, dando vida a una nueva vida y años y años de dedicación, cuidado, desvelo, ilusiones, esperanzas, se pierda todo ello en unos segundos?

El formar una persona lleva muchos años, pero hay que hacerlo día a día.

En estos días se ha puesto en marcha una nueva campaña de la DGT para potenciar el uso del “casco” entre los conductores de motocicletas y ciclomotores. Y en estos días, vuestros hijos, están en la playa, en la urbanización de la sierra, donde aparentemente no hay peligro y sí mucho calor.

Y esos hijos que tanto os ha constado tener y cuidar han descubierto una nueva dimensión. Sí, han descubierto que la cabeza se haya en el “codo”. Y así, la mayoría de ellos, llevan el casco colgado del brazo, a la altura del codo.

De nada servirá que os neguéis a comprarle la moto, que es lo que deberíais hacer hasta que sean verdaderamente responsables de sus actos. El problema es que más de uno irá de paquete con uno de sus amigos. Doble peligro.

Es curioso que muchos padres, en estos tiempos, ya les habrán hablado a sus hijos sobre el tema de “Pónselo, póntelo”, sobre los peligros de saltarse su uso y las consecuencias que podrían derivar de no tenerlo en cuenta. Pero, ¿Cuántos le han hablado sobre el uso del «casco»?

La palabra “Póntelo” es tan importante en ambos casos, por no decir que mucho más en el caso de circular en un ciclomotor.

Por eso, madres, hablad a vuestros hijos sobre éste también “pónselo” e incidid en el tema, aunque ellos argumenten que sea sólo para un momento y dentro de la urbanización.

Haced lo posible para “Que no te tengan que devolver el casco”.