Hoy, día de todos los santos, Alex cumple diecisiete años, pero no apagará las velas.
Dos fechas en una. ¡Qué putada!
Desearía que supieras que todas las reacciones «exageradas» de dolor que ves en mi son normales. Depresión, rabia, frustración, desesperanzas y la puesta en duda de valores y creencias son de esperar después de la muerte de un hijo, con el tiempo estas emociones se irán transformando
Desearía que entendieran las reacciones físicas de mi dolor, puedo ganar o perder peso, dormir todo el día o no hacerlo, desarrollar algún tipo de enfermedad o me vuelva propensa a los accidentes producto de mi dolor.
El cumpleaños de nuestro hijo, el aniversario de su muerte y las fiestas son fechas terribles para nosotros. Desearía que nos dijesen que tienen a nuestro hijo presente. Si nos ven quietos o retraídos, sepan que estamos pensando en nuestro hijo, no traten de forzarnos a estar alegres.
Estas son palabras de Elena, madre de Alex, que aún no se explica su pérdida y sigue tratando de explicar sus reacciones.
Felicidades, Alex. Elena, no tienes que explicar nada, por lo menos a las que pasamos y sentimos lo que tú.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.