Los Veranos

elbanco

Hace unos días descubrí que no podía escribir en mis blogs, y que la página que alojaba los «Cuentos del Hada Helena» había cerrado su servicio. Dos malas noticias para alguien que no domina la informática.

Me puse en contacto con el servicio donde se aloja mi web y me comunicó que no tenía espacio. Bueno once años escribiendo es mucho pero no creo que hubiese escrito tanto como para ocupar todo el espacio.

Gracias a un familiar he podido volver a escribir en mis blogs. He tenido mucha suerte, ¡un familiar informático! Sin él, ahora mismo, no estaría escribiendo.

El día que descubrí que no podía escribir, hacía bastante que este blog se había llenado, pero yo no lo sabía. Ese día tenía una imperiosa necesidad de escribir. Supongo que era porque le quería contar a mi hija lo que estaba viendo con sus ojos, o lo que quería que ella viera a través de los míos.

Alguien con muy buen criterio me dijo «prepara tu escrito en borrador de word y cuando todo vuelva a funcionar, lo podrás publicar. La inspiración hay que cuidarla siempre». ¡Que buen consejo! Pero no le hice caso. Estaba tan angustiada porque no tenía ni idea cómo solucionar el tema, que no escribí. Y ahora no recuerdo ni cómo quise titular el post.

De lo que estoy segura es de que quería hablar sobre las vacaciones sin ellos, sin nuestros hijos.

Primero cuesta volver a tener vacaciones. Si estas suelen ser en un mismo lugar, no hay forma de volver. El dolor es demasiado para volver a hacer los caminos recorridos. Si es a otro lugar, cómo sin ellos.

Después de doce años, se puede decir que estas han sido las primeras vacaciones. Pero ya no son unas vacaciones al uso. Te sientes culpable de poder ver cosas que ellos no verán.

Yo he tratado de sacar partido a estos días y, como siempre, no quiero ser un ejemplo de nada, pero quiero ayudar. Quizás os ayude esta reflexión:

Querida hija: Hace años llegué hasta el fin del mundo. Después he recorrido caminos. He bajado valles. He subido montañas. He encontrado bancos donde descansar, y he observado todo con avidez. Porque todo lo contemplo pensando en que tu lo veas a través de mis ojos.

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(Sus ojos)

Aún no sé cómo puedo disfrutar de la belleza que observo, cuando nos falta la mayor de este mundo: la tuya.

Los veranos, las vacaciones nunca serán igual sin ti.

Gracias, Antonio, por tu buen hacer. En un segundo has puesto fin a mi dolor de no poder escribir. ¡Funciona el blog gracias a ti!

Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.

 

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Acerca de Flor Zapata

Desde Abril de 2005, soy Flor Zapata, madre de Helena. Ese es mi pie de firma desde que escribo para concienciar sobre los peligros de una conducción no responsable.
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Una respuesta en “Los Veranos

  1. María José Linares dijo:

    Hola,Flor!
    Cómo comparto contigo esta reflexión de lis veranos, y todas las cosas que vemos y descubrimos sin ellos,nuestro mayor tesoro,nuestra razón para vivir con mayúsculas.
    Sí, seguimos vivas. Pero nunca como antes.
    Un beso grande.

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