No hace mucho vi una película que ya estaba empezada, mejor dicho, casi terminando, pero una frase me impactó: Todo lo que hagas en esta vida será insignificante, pero es importante que lo hagas porque nadie lo hará por ti.
Recuerdo que la escribí en Facebook. Y ayer, pude ver la película completa y pude entender mucho más su significado, así como el de toda la película.
La película es «Recuérdame» dirigida por Allen Coulter y escrita por, Will Fetters y Jenny Lumet e interpretada por Robert Pattison y otros.
Parece ser que esa famosa frase que me tocó se le atribuye a Gandhi, y no os voy a contar mucho sobre la película ni su impactante final, por si algún día os apetece verla, pero si os diré que trata sobre la tragedia que supone perder un miembro de la familia y como ese hecho nos marca para el resto de nuestras vidas.
Como en la película, la pérdida de un ser querido nos trastorna, nos marca, y en muchos casos, hace que la familia se rompa. Pero también, como en la película, hay que tratar de volver a hacer cosas y recuperar una vida, que ya no tendrá nada que ver con la anterior, será completamente distinta, pero que tiene que seguir porque aunque queramos morirnos, no nos morimos.
Son muchos los padres que no pueden volver a hacer ciertas cosas: pasar por donde ocurrió el drama, ir a los lugares donde iban antes, volver a ver las fotos, celebrar fiestas, etc. Pero tarde o temprano hay cosas que, sin remedio, hay que volver a hacer.
Siempre digo que por una parte el no tener más hijos, desgraciadamente, nos permite llevar una vida distinta: sin futuro, pero sin ciertos compromisos o fechas que duelen enormemente. Pero aquellos padres que tienen más hijo, tienen que vivir una vida con el resto de sus hijos.
Hoy me contaban de una madre que perdió a un hijo hace cuatro años y sigue tan sumida en el dolor que no quiere saber nada del resto de la familia. Recuerdo la frase de alguien que me escribió que decía a su madre: Mamá, tú has perdido a un hijo, pero yo he perdido una madre.
Pero cómo hacer entender al corazón de la sin razón de seguir viviendo.
Siempre dije que los padres que habían perdido un hijo se les notaba siempre algo, quedaban tocados. Lo que yo llamo «estar locos de dolor». Y sé que hay muchos padres que hacen verdaderos esfuerzos porque no se les note nada, porque no quieren dar pena, o porque no quieren ser el blanco de las miradas, pero cómo conseguirlo. Yo digo que es normal que demos pena, y no me importa que lo sepa todo el mundo. Es terrible lo que nos ha pasado.
Pero volviendo a la película, los protagonistas también viven y la vida les vuelve a golpear, y algunos consiguen volver a hacer cosas que durante mucho tiempo no pudieron hacer. Porque de eso se trata, de volver a empezar una nueva vida. Pero no os preocupéis si por ahora no podéis. Cada uno es un mundo, y cada uno necesita su tiempo. «El tiempo cuenta y sigue contando».
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.