No sé si te lo he dicho antes. Puede que sí, pero necesito decirtelo otra vez.
Querida hija, mi querida Helena…
Tú eres la tristeza de mis ojos
que lloran en silencio por tu amor
me miro en el espejo y veo en mi rostro
el tiempo que he sufrido por tu adiós
Obligo a que te olvide el pensamiento
pues siempre estoy pensando en el ayer
prefiero estar dormida que despierta
de tanto que me duele que no estés
Como quisiera ahhh que tu vivieras
que tus ojitos jamás se hubieran
cerrado nunca y estar mirándolos
Amor eterno e inolvidable
tarde o temprano estaré contigo
para seguir amándonos
Yo he sufrido tanto por tu ausencia
que desde ese día hasta hoy no soy feliz
y aunque tengo tranquila mi conciencia
se que pude haber yo hecho más por ti
Oscura soledad estoy viviendo
la misma soledad de tu sepulcro
tú eres el amor del cual yo tengo
el más triste recuerdo de Acapulco
Como quisiera ahhh que tu vivieras
que tus ojitos jamás se hubieran
cerrado nunca y estar mirándolos
amor eterno e inolvidable
tarde o temprano estaré contigo
para seguir amándonos
Amor eterno (amore eterno) eterno….
Te quiero.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.