Cuando puse titulo a este artículo pensé que me dirían que era muy fuerte, tal como me dicen con el título de este blog, pero es que la vida es así de fuerte, así de dura.
Es mucho más duro y más difícil de asimilar que Carolina, una joven, demasiado joven casi para ser madre y mucho más para ser viuda, lo sea y mucho más que ambos títulos se los haya ganado a la vez, el mismo día.
Cuando el Ministerio del Interior anunciaba que los muertos en carretera, en el puente de Diciembre de 2006, habían descendido un 20%, Carolina ponía en su vida dos muertos. Lo que siempre digo, que no son menos muertos, sino más y si no que se los pregunten a los familiares de las víctimas.
Conocí a Carolina en la celebración del día de las víctimas del pasado 2007. Pero ese fue sólo un primer contacto. Los que hemos perdido a nuestros seres y de forma tan dramática y drástica como es en los mal llamados accidentes de coche, no nos preguntamos ¿Qué tal estás? Ni ¿Cómo fue? Eso viene después.
Ayer, despues de 3 meses, supe cómo Carolina perdió a su marido y si bebe de tan sólo 5 meses.
Lo que iba a ser un puente de disfrute y descanso para terminar el permiso maternal, se convirtió en una pérdida total.
Aunque no he podido encontrar la noticia con algunos detalles que creo recordar, leí en su día, que el presunto culpable de este espantoso accidente, demasiado cargado para conducir, salió ileso, abandonó su coche y se marchó. Carolina quedó muy grave y sus amores, rotos.
A Carolina se le ven mucho sus heridas físicas, hace poco que el forense le ha dado el alta y ahora empezará el proceso judicial. Las otras heridas, las psiquicas, no se le ven. Es más, como psicóloga que es tiene recursos para parecer un ejemplo a seguir, pero, están ahí.
Por una vez he pensado que ha tenido peor suerte que yo, doble dolor, pero enseguida he rectificado porque Carolina es muy joven. Demasiado joven para tanto dolor. Demasiado joven para no tener más vidas.
He recordado la frase de mi suegro: «En una vida hay muchas vidas» y yo deseo y espero que Carolina tenga más vidas en esta vida. Vida que le vuelva a traer alegría, esperanza, futuro y que algún día deje de ser «madre sin hijos».
Es lo que más deseo.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.
“Eres lo que yo más quiero
y no me canso de decirlo
eres en la noche el sueño
y en el día mi hechizo
si pudiera mirarte un ratito
si pudiera tenerte un poquito
eso es lo que yo siento”
(“Deja de volverme loca”, Diana Navarro)
Publicado domingo, 24 de febrero de 2008 15:10 por FZ_madredHelena