Se cumple el cuarto aniversario de la marcha de Alex, otro de nuestros niños con una bicicleta blanca.
Hoy, Elena, su madre, reflexiona sobre la superación de la muerte de un hijo. Ella lo compara con la escalada a una montaña que no siempre se consigue.
Yo creo que la palabra no es superar, conseguir o triunfar en esta batalla que nos ha tocado vivir. Para mí se resumiría en “aprender a vivir con ello”.
Porque lo más fácil sería permitir que triunfara la muerte, como dice el poema de Manuel Juliá pero la muerte ya ha triunfado demasiadas veces y nosotros ya no necesitamos ningún triunfo, nos conformamos con seguir avanzando en el camino con pasitos cortos, porque la muerte ya nos alcanzó con zancadas demasiado grandes.
Un abrazo, Elena.
Estar muerto es mejor que estar vivo
con las manos llenas de noches
y con los ojos llenos de destellos que explotan en un muro
donde nadie escribe ya
todos los colores que existen
detrás de sus piedras y en el silencio frío.
Manuel Juliá, El triunfo de la muerte. “Cuarenta Latidos”
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.