Anteayer, supe que las cosas que se hacen sin esfuerzo, por rutina, sin estímulos, no dejan recuerdo.
Ayer compré las primeras castañas asadas de la temporada. Esas que compartíamos Helena y yo. Ahora las como sola. Mezcladas con lágrimas.
Hoy, los niños bajaban de los autobuses disfrazados de Halloween.
Hoy, la visita al cementerio, para que no coincida con el día 1.
Hoy, me encuentro extraña, triste, mal. La depresión del otoño.
Hoy, te quiero, te extraño, te lloro.
Hoy, la memoria, esa que ya no tengo, no me falla con tu recuerdo.
Quizás porque tú has sido mi mejor y mayor estímulo.
Y ahora… y ahora qué.
Cada recuerdo es una lágrima, porque, ahora, ya solo hay memoria.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.
Publicado viernes, 28 de octubre de 2011 21:50 por FZ madredHelena