Las madres de los moteros
Este año ha sido malo para los moteros, el número de victimas ha aumentado considerablemente, pero no es extraño, no ha cambiado nada para que eso no fuera así.
Aunque a los moteros se les dé fama de locos, atrevido y amantes de la velocidad, la verdad es que lo tienen muy difícil para que no les suceda nada: arena, irregularidades en el asfalto, pintura deslizante, guardarraíles, nada de ello ayuda para una conducción segura.
Elementos que para los que van en un coche pasan desapercibidos, para ellos son mortales.
En estos días quiero recordar a algunas madres que han perdido a sus hijos subidos en una moto. Lo que para la gran mayoría es su verdadera pasión, a los hijos de estas mujeres les ha supuesto la muerte.
Por orden cronológico y porque ya no está entre nosotros, hablaré primero de Maruja, madre de Marco. Perdió a su hijo frente a un camión que se cruzó literalmente en su camino.
Supe de ella a través de su sobrino, pocos días después de su muerte. Me decía que desde la muerte de su primo Marco nunca fue ya la misma y por fin ya se había reunido con él. Era lo que ella quería.
Nelly es la madre de Alan. Perdió a su hijo en una curva. Era un conductor responsable, pero no se sabe que pudo pasar. Nelly como yo, no tenía más hijos. Nelly, una mujer aún joven, ya tiene su vida partida para el resto de lo que le quede por sobrevivirle.
Y por último Florinda, madre de Juan. Juan se mató por los guardarrailes. Pero a sus familiares les dijeron que no iban a poner ningún faldón, porque sólo se había matado una persona.
Para todo se necesitan varias vidas. La muerte de una no dice nada, aunque esta persona tenga familia, dos hijos,…. Claro como no es su hijo, su marido, su padre.
Como ellas hay otras muchas madres que cada año pierden a sus hijos porque las carreteras no están preparadas para las motos o porque los coches utilizan la ley del mal fuerte.
¿Creéis que traemos hijos a este mundo para que se queden en una curva? ¿Creéis que es porque van en una moto? NO. La mayoría de estos accidentes también son evitables.
Pero, no penséis que los guardarraíles quitan la vida sólo a los moteros, no hay nada más que ver estas fotos y leer las últimas noticias
….¿Es verdad que todo
Para siempre acabó ya?
No, no puede acabar lo que es eterno,
Ni puede tener fin la inmensidad.
Tú te fuiste por siempre; mas mi alma
Te espera aún con amoroso afán,
Y vendrá o iré yo, bien de mi vida,
Allí donde nos hemos de encontrar.
Algo ha quedado tuyo en mis entrañas
Que no morirá jamás,….
Rosalia de Castro.