Las Otras Víctimas
Todos los lunes, los medios de comunicación nos dan cumplida información de los muertos y heridos durante el fin de semana en accidentes de carretera.
Desde la entrada en vigor del carnet por puntos, con una comparativa de los años anteriores en la que se puede ver la disminución de los mismos.
Si nos paramos a hacer cálculos, el resultado de victimas en cada accidente arroja una media de 1 victima mortal y “un trocito”.
Ese porcentaje en decimales es muy cierto. Porque en cada accidente con una victima mortal y una victima más o menos grave, la otra victima, también muere. Siempre una parte de esa victima morirá en ese accidente, además de las heridas que sufrirá de por vida.
Pero para todo el mundo es el gran privilegiado. Ha tenido la suerte de sobrevivir. No importa el grado de invalidez que presente, no importa el estado psicológico en que quede, se ha salvado.
Pero no es cierto. Empezando por el sentimiento de culpabilidad que sentirá desde el primer momento, pensando por qué él se ha salvado y la otra persona no, siguiendo por las secuelas físicas más o menos graves, continuando con que tendrá que vivir toda su vida con el recuerdo de haber vivido algo traumático, donde probablemente ha perdido a una persona querida, con quien pensaba realizar su vida y desde ahora tendrá que oír, “alégrate que estás vivo”.
Estas otras victimas, gracias a que todo está regulado, serán indemnizados según el grado de pérdida: 1 brazo, 1 pierna, 1 mano, tantos días que tardaron en curar las heridas, etc… A tanto el kilo de carne perdida, tanto…
Ese dinero les ayudará para pagar la silla de ruedas, las deudas contraídas por dejar de tener un empleo o para un trocito de coche.
Ese trocito de vida que murió en ese accidente, como no llega a la unidad, no tiene indemnización. Ya está compensado, alégrate que estás vivo. Es fácil decir y de agradecer, porque ante semejante monstruosidad, las buenas personas lo único que pueden decir es eso, de alguna forma quieren que estés bien, ¿Qué van a decir?.
Las buenas personas sabemos que ellos son “Las otras victimas”.
Dedicado a Álvaro, el amor de mi hija y a todas las victimas que sobreviven a un accidente mortal.