El pasado día 25 fue el día señalado para concienciar sobre la violencia de género o violencia machista, pero desde otro día de víctimas, el de las de tráfico, ando fuera de combate. Por los virus o por los sentimientos que hacen que los virus tengan mayor actuación.
Este blog primero no me dejó poner más imágenes, ahora, ya no me deja poner ni las que tengo almacenadas, pero todos tenemos muy claro qué lazo es el que representa a estas víctimas.
Dicen que el color morado es el color del miedo. Será porque una de las cosas que más miedo nos produce es el daño físico que nos puedan infringir a través de golpes, torturas, agresiones, y el resultado de estas agresiones, en su primera fase, tiene ese color. También nos recuerda a la pasión de Semana Santa (imágenes, ropajes). Pero los colores no deberían ser el símbolo de ninguna víctima, de ningún dolor, deberían ser el revulsivo, la marca de que quien lo porta está en contra de ese dolor y hace o quiere hacer por cambiarlo.
Y así es como yo lo veo. Por eso, esos lazos que solo se sacan en un determinado día, deberían estar en nuestras solapas todos los días del año. Porque todos los días hay una víctimas y todos los días tenemos que hacer porque no la haya, y me estoy refiriendo a todas las víctimas que hasta ahora están recogidas con un lazo.
Este año, en España, han muerto ya sesenta y cuatro mujeres.
Qué difícil tiene que ser, para una madre, saber que lo más preciado que tiene sale de su nido para caer en las fauces de una alimaña. Y eso, una madre, enseguida lo sabe, lo detecta, lo huele. Pero qué flaco servicio ha hecho, hasta ahora, la figura materna, intentando que la mujer fuera sumisa, se doblegara a esa violencia, la asumiera como algo que conlleva el hecho de ser mujer.
Quizás sea el momento de que la mano que mece la cuna no sea una sino dos: madre y padre. Quizás los hombres cuidados, criados, acunados, queridos por sus dos progenitores sean hombres que se sientan queridos, reconocidos y sensibles como para no querer imponer su poca valía a través de la fuerza. Porque solo se recogen buenos frutos si la siembra se hace en buena época.
Sesenta y cuatro mujeres muertas:
Por la acción de otros,
Por la omisión de tantos,
Por la culpa de todos.
Año 2005: 57 mujeres asesinadas
Año 2006: 68
Año 2007: 71
Año 2008: 76
Año 2009: 55
Año 2010: Ya son 64
«Si te pega, si te controla, si te humilla: no te quiere»,
«Ante el maltratador, tolerancia cero»
«Violencia no es sólo el golpe»
«No te dejes»
«El silencio mata»
«Saca tarjeta roja al maltratador»
Mi solidaridad y afecto con estas mujeres, con estas víctimas.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, víctima de otra violencia, la vial.