Sus cosas y las mías

Queridas madres:

Muchas gracias por contestar a mi reflexión. Trataba de exponer con Sus cosas  algo que nos ha pasado a todas y dar con ello pistas a las que les ha pasado más recientemente. Intentaba ver cuál ha sido la actuación más común para que otras madres que lleguen por primera vez a este blog encuentren explicación a lo que les pasa, a su forma de actuar.

Sois muchas las madres que habéis contestado, unas a través de los comentarios del blog y otras a través de mail. Os lo agradezco enormemente.

La mayoría seguimos guardándolo todo y manteniendo sus habitaciones tal cual. En los casos en los que hay más hermanos y comparten habitación, esta ha ido cambiando en relación con el hermano y las ropas han sido aprovechadas por los mismos.

También ha habido padres que han aprovechado las ropas de los hijos utilizándolos ellos mismos y llevándolas con orgullo.

Pero sobre todo, la respuesta en general es que todas habéis tratado de hacer aquello que creíais lo mejor.

Yo tengo que ampliar «sus cosas», con algunos detalles que en ese anterior post no comentaba.

La habitación de Helena se ha convertido también en mi habitación. Al principio usaba su ropa, hasta que el dolor, la medicación o los años, hizo imposible que siguiera haciendolo porque he engordado 20 kilos. Y ahora su ropa se mezcla con la mía en su armario.

Sus estanterías, ahora, están también llenas de mis carpetas, con mis escritos.

Su agenda sigue abierta y la utilizo para ver cuando son los cumples de sus amigos y seguir felicitándoles.

Su cama sigue viva porque cada noche, cuando despierto y no puedo dormir, abandono mi habitación y me acuesto en la suya conciliando así el sueño.

Mi marido se empeñaba en convertirla en otro despacho, pero yo me la he apropiado. Lo siento cariño, quizás sea egoísmo por mi parte, pero yo la necesito como habitación. Habitación compartida. Espero que también sepas entender y permitirme esta cabezonería. ¿Qué digo? El pobre ya lleva 4 años permitiéndomelo.

Creo que el hecho de mantener la habitación pero a la vez adueñarme de ella me ha ayudado mucho, sin embargo sigue siendo doloroso cada vez que abro un cajón para buscar algo.

Querría terminar con un párrafo del comentario de Carolina. Carolina perdió a su marido y su bebe y ella quedó mal herida. Pero, además, Carolina es psicóloga, aunque este hecho no le priva de dolor:

…En cualquier caso, nadie puede decirnos como vivir o dejar de vivir, es decisión de cada una y cada una sabemos lo que nos hace bien. Yo siempre voy a tener cerquita su «caja», para abrirla cuando lo necesite. Solo hay que evitar los daños extraordinarios, auto-lesionarnos un corazón, que ya bastante sufre.

Pues eso, madres, que no estamos locas. En cualquier caso, estamos locas  pero sólo de dolor.

Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.

Publicado lunes, 13 de julio de 2009 20:19 por FZ_madredHelena
Share this:
Share this page via Email Share this page via Stumble Upon Share this page via Digg this Share this page via Facebook Share this page via Twitter

Acerca de Flor Zapata

Desde Abril de 2005, soy Flor Zapata, madre de Helena. Ese es mi pie de firma desde que escribo para concienciar sobre los peligros de una conducción no responsable.
Esta entrada ha sido publicada en Correo sin entregar, Duelo, Mujeres, Reflexiones, Testimonios, Víctimas y etiquetada como , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *