(Rubén, decían que se había curado del maldito cáncer)
Rubén cumple 34 años. Otro cumple sin velas. Otro año con su ausencia.
Pero Rubén seguirá cumpliendo años mientras alguien lo recuerde. Y Carmen, su madre, seguirá recibiendo felicitaciones de aquellas personas que saben lo que es perder un hijo. Como María Luisa que ha escrito esto para ella:
Que tu tristeza no te impida tender la mano y acariciar un pétalo
escuchar palabras bonitas al oído,
Que mi muerte no sea tu propia losa, que mi abandono no te desarme
Y te mate de soledad y desconsuelo…
Sabes que ese dolor que te quema la cabeza y las entrañas
Pasará y se apaciguará con el tiempo.
Déjame verte como un guerrero que mira hacia delante, de frente
Con decisión, atención y paso ligero.
Háblame si es preciso lo que te guardaste
Lo que no pudiste decirme por temor a enfrentarte
¿Por falta de valor?, y si no tuviste tiempo… no importa la causa
Celebra lo que nos unió.
¿Sabes que admiro como vibras con cada nueva ilusión?
En vez de soportar tanto dolor disfruta de la vida con pasión
Date paz, conciencia y humor.
Cuando tú te vayas cuando nos volvamos a encontrar
nos fundiremos en un abrazo lleno de amor, madre mi querida madre
el silencio de tu alma también la oigo yo
Quiero darte las gracias por ser mi madre… porque te amo
Para no olvidarme dime hola, en vez de un triste adiós
Tan solo recuérdame como soy, sintiéndome feliz
Al mirarte y ver tanto amor.
Esa será mi bendición.
TE AMO MAMAAAAAAA
Un fuerte abrazo, Carmen.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.