(El osito Diego, El guardián del ventanal)
Este año he recibido dos regalos adelantados. El primero, el vídeo de la madre de Juan. El segundo, un ejemplar del cuento que hice para Diego, un duende muy especial.
Y los dos regalos tienen de especial que son obras de unas madres que han tenido la suerte de que sus manos han seguido guiadas por sus hijos.
Pero hoy quiero hablar especialmente del cuento de Diego, “El guardián del ventanal”, porque ha quedado precioso. Vanessa lo ha llenado de fotos de Diego y Helena
Y lo ha decorado con bonitos dibujos, y así se puede decir que han editado mi primer cuento.
(Helena, hada)
Un cuento para contar como se marchó Diego, como pasó a la otra orilla, sin él quererlo.
Me ha encantado la idea y ha resultado un cuento personalizado que, cuando lo escribí, jamás pensé que pudiera quedar tan bonito.
Pero, a pesar de estos dos grandes regalos, y de otro de mi amiga Maribel, permitidme que vuelva al último que me hizo mi hija
Porque tengo que tratar de que no sea la última felicitación, sino la felicitación que estará presente cada año.
El paquete grande era una cajita decorada con la pintura típica de Delf, llena de caramelos de café. No he vuelto a tomar caramelos tan buenos.
Antes te llamaba.
Ahora te nombro (Belén Núñez)
Helena, Helena, Helena,…
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.