El pasado 18 de mayo, en la sección de necrologías de El País, me encontraba una esquela conmemorativa de un evento muy importante, el nacimiento de un hijo. Sí, no era una esquela por el aniversario de la muerte, sino por el aniversario del nacimiento. Por supuesto, y aunque decía «Hijo, hoy cumples 35 años», terminaba con un «descansa en paz».
Indagué por si era un fallecido de uno de los mal llamados accidentes de tráfico, pero al reves que en otras ocasiones, no encontré datos, ni a esos padres.
Aunque la esquela de Helena fue de las más revolucionarias, y casi creo que con ella surgió un cambio de estilo en la publicación de las mismas, nunca pensé en una esquela para la conmemoración de un nacimiento. Me imagino el dolor tan tremendo de esta madre o padre, pues decía «Estás en mi corazón», con esa publicación.
Esta esquela me ha hecho decir: Hoy, 29 de mayo de 2009, es el cumpleaños de mi hija.
Hoy, Helena cumpliría 25 años.
Hoy, celebramos haberla tenido con nosotros.
Pero hoy, morimos de dolor.
Si de verdad pudieras escucharnos, feliz cumpleaños, mi amor.
Flor Zapata Ruiz, mamy para Helena.
(Las calas que le envían a Helena. Foto de Maite)
Y el recuerdo de una de sus amigas:
Nunca olvidaré a esa personita que recién llegada a mi nuevo colegio me dió una calurosa bienvenida y enseguida quiso ser mi amiga. Esa personita crecía muy a la par que yo, ya que su cumpleaños era sólo una semana después que el mío. Cada vez que cumplíamos años nos decíamos «Bienvenida al club de las viejas», nos tirábamos de las orejas… Siempre me gustó que una persona tan importante para mí tuviese un cumpleaños tan cercano al mío. Mayo era nuestro mes y, aunque no creíamos mucho en los horóscopos, también compartíamos signo. Cada 29 de Mayo revivo escenas pasadas de Helena, una gran amiga en la infancia, y me lamento, por qué narices ha tenido que suceder esto. Hemos perdido a una persona muy valiosa. Es cierto que una serie de circunstancias nos habían alejado, pero en el fondo la cercanía sigue y seguirá toda la vida. Nunca cambiaré por nada el haber conocido a alguien como ella. Me hubiese gustado mucho que ella hubiese llegado esta edad tan bonita: Los 25 años. La inconsciencia de otro no se lo ha permitido.
Laura Ramos Aranda,
Publicado viernes, 29 de mayo de 2009 6:35 por FZ_madredHelena