Hay una madre, que firma como tal, que ha dejado varios comentarios llenos de dolor en el blog ¡Quiero Conducir, Quiero Vivir!, y que hoy día 13 de Septiembre, tiene la triste tarea de conmemorar el primer aniversario de la muerte de su hija.
Estoy casi convencida de que es la madre de una de las Rocíos que murieron en el siniestro producido en “El Morche”, hoy hace un año, y de las que yo hablaba en mi post «los jovenes, de dos en dos, de tres en tres».
Ese fatídico día y con tan solo unas horas de diferencia, murieron 5 jóvenes: las dos jóvenes de El Morche que volvían de la feria de Alfarnate y 3 jóvenes entre Frías y Quintamaría, Burgos, que cayeron a un canal de riego.
Cada vez que recojo una de estas noticias se me parte el corazón y cada vez que una madre hace un comentario en este blog sé y entiendo por lo que está pasando. Somos la misma carne.
Puede que esta madre no tenga que ver con las jóvenes de El Morcho o de Torrox, porque en un mismo día mueren muchas personas, pero esas víctimas que en las noticias sólo tienen iniciales y a veces ni eso, tienen padres que a partir de ese día quedan rotos como los coches de los siniestros. Esos coches se llevan a los desguaces y a los padres nos obligan a vivir con la frase “la vida sigue, hay que tirar pa lante”.
Mi recuerdo y mi afecto para todos los familiares de estos jóvenes muertos ese fin de semana en la carretera.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.