Lo Que Nos Une

Imagen de «Madres sin hijos», autora Celsa Sánchez

Dicen que el dolor ensucia, pero también une, a veces, más que lazos de sangre.

He contado muchas veces, que este blog surgió para que, la mano que mece la cuna (ahora este comentario está desfasado, porque ya muchos hombres mecen la cuna), pudieran leer las reflexiones que hacía en otra sección del medio de comunicación dónde me publicaban el blog ¡Quiero Conducir, Quiero Vivir!, que era una sección dedicada al mundo del motor, y por añadidura, más para los hombres. Y yo quería llegar a concienciar más allá de a los hombres.

Después, «Madres sin hijos» se convirtió en un refugio para todas aquellas madres que había perdido algún hijo, fuera por el motivo que fuera.

Y durante estos quince años, este blog ha servido para unir a muchas madres que se han conocido a través de él y de su homologo grupo en Facebook. Y yo he procurado, en la medida de lo posible, ir conociendo en persona a aquellas madres de las que he hablado en algún momento, aquí, de su pérdida, de su caso, o de su injusticia.

Pero, por desgracia, incluso la vida me tenía preparado que a alguna madre la conocería mucho antes de comenzar mi tragedia, y este blog.

Así sucede con Violeta, la madre de Sandra, una madre que conocí en una de esas actividades extraescolares que las madres hacemos con los hijos.

Creo que mi hija hizo casi todas las que se pueden hacer: piscina, tenis, piano, baile… Y violeta era una de las madres de piscina. Después, los niños crecieron, cambio de piso, etc., y se pierden los contactos . Hasta un día como hoy, dos años después de que mataran a Helena, cuando ya no dormía, me sobresaltan las sirenas, y pensaba, otros se han quedado en la carretera, en el que me entero que, esta vez, habían sido tres jóvenes, y poco después, que entre ellos, está Sandra, aquella niña que casi siendo un bebé, conocí en la etapa de la piscina.

Sandra salió a celebrar su cumple. Le faltaban dos días para celebrarlo, pero se adelantaba porque era fin de semana. Probablemente fue un exceso de juventud, o el destino para quien cree en él.

Pero otras madres las he ido conociendo en mi afán de paliar el dolor que yo he sentido, sentí, siento, y que en su momento no encontré tan fácilmente consuelo, porque las madres que perdíamos a nuestros hijos en la carretera, o por una enfermedad, no éramos famosas, no salíamos en los periódicos, no podías contactar con ellas.

Dice mi amiga Oliva que fui una atrevida. Quedé con ella en una estación. No nos conocíamos de nada, pero escribí sobre el siniestro en el que murió su hija, Lola, de la que hoy también es su aniversario. Ella contactó con el blog, y allá que me fui yo a conocerla. Y desde entonces, ha habido otros encuentros y muchas llamadas de teléfono. Oliva es la madre que cada año corre en la carrera Ponle Freno, con una foto de nuestros niños en su espalda.

Oliva y las víctimas de siniestros viales

Hace unos días recibí un audio de una madre del grupo, dándome las gracias por este blog, por el grupo, y alabando mi labor. Me pedía que que lo transcribiera en el grupo, pero no lo hice porque, a veces, siento vergüenza de que puedan pensar que me doy importancia. Y porque considero que ellas me han ayudado mucho más a mí que yo a ellas.

Este blog, en el que cada día me cuesta más escribir, porque llorar con las palabras cada vez es más insoportable, nos ha unido a muchas madres. Algunas tienen más hijos, no son realmente «madres sin hijos» como yo, pero este término irá siempre acuñado a la pérdida de un hijo, y a lo que nos une a las que lo hemos vivido.

Queridas Violeta y Oliva, hoy, más que nunca, estoy con vosotras. Un fuerte abrazo, ahora que no nos podemos abrazar.

Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor borracho.

www.quieroconducirquierovivir.com

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Acerca de Flor Zapata

Desde Abril de 2005, soy Flor Zapata, madre de Helena. Ese es mi pie de firma desde que escribo para concienciar sobre los peligros de una conducción no responsable.
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4 respuestas a Lo Que Nos Une

  1. Amparo dijo:

    Hola! Soy la madre de Marcos, ya en alguna ocasión te he saludado. Mi hijo murió en 2.008 , con 21 años, de un linfoma mediastino y este blog me ayudó siempre mucho, es un consuelo establecer lazos con personas que les ha pasado lo mismo en la vida. La verdad que es tan duro lo que nos ha pasado, que aunque pase el tiempo, se vive como el primer día. Tengo otra hija Silvia, gracias a mi madre, que siempre me dijo. Uno no es ninguno y nos animó a tener otro, cuidandonos ella de los dos, ya que con los trabajos era complicado. Te deseo lo mejor y que se lleve la vida lo mejor que se pueda. Gracias por tus escritos. Un saludo

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