Las muertes anunciadas
Cada día, por desgracia, se produce alguna muerte que era una muerte anunciada, aunque no nos hubiera llegado noticia de la misma.
En estos días, en los que la muerte de Mari Luz ha dejado a la luz las negligencias, no errores, que pueden producir una de esas muertes, todos nos rasgamos las vestiduras, pero este hecho tan doloroso se repite una y otra vez, aunque con diferencias, en otros casos perfectamente evitables.
En este caso es tan sangrante, tan indigno, tan injustificable, tan horroroso que nos llega a todos especialmente.
Pero cada día se produce una a varias muertes anunciadas por otros motivos.
Violencia de genero con muerte de mujeres que habían denunciado a sus agresores repetidas veces, atropellos de personas por conductores que conducían bajo los efectos del alcohol y que en algunos casos habían sido ya controlados pocas horas antes dando positivo.
En este caso, una vez más, la dedicatoria de este blog se cumple a la perfección:
Dedicado a todas las Madres que han perdido a sus hijos, por las acciones de otros, por las omisiones de tantos, por la culpa de todos. Y a las que van a ser Madres, para que no los pierdan. Y a las mujeres en general.
La muerte de Mari Luz quizás sirva para que esto cambie y exista una verdadera reforma y un verdadero interés por parte de todos, para que todas las muertes anunciadas, dejen de producirse. Porque, hasta ahora, todo es siempre a fuerza de muertos.
Era apacible el día
y templado el ambiente
y llovía, llovía,
callada y mansamente;
y mientras silenciosa
lloraba yo y gemía,
mi niño, tierna rosa,
durmiendo se moría.
Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente!
Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca la mía!
Rosalía de Castro.
Publicado domingo, 30 de marzo de 2008 10:02 por FZ_madredHelena