Querida Luisa:
Ya pasó el primer año, el peor. Y el segundo, que no es mejor. Y vendrán otros, igual de dolorosos pero más serenos. Y es lo que nos queda, años, años…
Algo se ocultó para siempre
un rostro, un corazón, unas manos que sabían tocarme
y jugar con mis miedos demasiado deprisa
y se ocultó debajo de la tierra
en esa niebla profunda en donde brillan las raíces
como almas que está esperando aparecer
para volver a encontrar sus viejas habitaciones
algo con lo que recordar
que no pueden rendirse todavía a la evidencia
de que la tierra nunca miente
cuando oculta todo aquello que nunca devuelve
(Años Previos. Manuel Juliá, «Sobre el volcán la flor»
Te deseo un día tranquilo y sereno. Estamos contigo en un día como hoy.
Un fuerte abrazo.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.