Tercer aniversario de la muerte de nuestra hija
El 18 de Abril de 2005, aunque aún no admitía la muerte de mi hija, que se había producido el día anterior, en ese momento veía su amado rostro y ya no pude siguir teniendo la esperanza de que todos estuvieran equivocados. Era ella, aunque no parecía su rostro pues, éste, siempre estaba enmarcado por una gran sonrisa y en este momento no era así.
Esta vez, su rostro estaba triste, muy triste, como si supera el disgusto que tendríamos.
Todo fue muy rápido. El día 18 le practicaban la autopsia y ese mismo día, sobre las 5 de la tarde, le dábamos sepultura.
Aún, apenas conocía los motivos que le había quitado la vida. Sabía que en el accidente, había implicado alguien que iba con alcohol. Aún no conocía que no había más implicados, sólo uno y dentro de mi dolor y sin ser aún consciente de lo que me esperaba, pensaba en que, de algún modo, tenía que prevenir a otros de lo que podía pasar si bebían y conducían.
En ese preciso momento pensaba en la esquela que publicaría por la muerte de mi hija. Pero sería en otro momento. Ahora no tenía tiempo. ¡Qué locura! Se necesita estar loca para pensar en eso en un momento así.
Un año después, publicamos la esquela. Coincidió con una vuelta de Semana Santa completamente trágica, más de 100 muertos y los medios de comunicación la tomaron como bandera y además de ser publicada en todos los periódicos, no sólo en los que habíamos pagado para ello, salío en la portada de los telediarios, comentada en la radio, en periodicos digitales, en otros en días posteriores y en blogs, incluso mucho tiempo después.
La esquela de Helena se había convertido en la esquela de todos los que se quedan en las carreteras, por culpa del alcohol que toman otros.
Este año, no hay esquela. Sólo mucho dolor.
Hoy, 3 años después, siguen muriendo personas por el alcohol que toman otros, aunque ya es más fácil que reciban más castigo.
El culpable de la muerte de Helena, tiene una condena que aún no es firme, está recurrida y el castigo sigue siendo pequeño, porque fue antes de la reforma del Código Penal. Y sigue en la calle y con su permiso de conducir.
Espero que no os crucéis con él.
Nosotros seguimos tristes, muy tristes y no deseo a nadie que tenga que escribir una esquela por la muerte de un hijo.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena..