Labordeta se fue con el mundo cargado en su mochila, y nos dejó un poco huerfanos.
Nadie volverá a decir un ¡a la mierda! tan oportuno. Él mismo, en alguna ocasión, dijo que este podría ser su epitafio, pero nosotros le recordaremos como él también quería:
Como un árbol batido,
Como un pájaro herido
Como un hombre…
Descanse en paz.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena
Publicado domingo, 19 de septiembre de 2010 14:46 por FZ madredHelena.