¡Con lo que cuesta sacar adelante a un hijo!
Con esta frase se refiere Almudena, mujer de un motero fallecido, a mi hija. ¡Cuánta razón tiene! Desde que lo escribió, cada día esas palabras se repiten una y otra vez en mi cabeza.
El sólo hecho de tener un hijo conlleva un desgaste físico en la madre que lo trae al mundo, pero con ello no se acaba, porque cada día hay que hacer un esfuerzo para terminar de hacer a esa personita.
Y no me refiero sólo al esfuerzo físico, está también el esfuerzo psicológico, económico, etc. Pero todos estos esfuerzos casi no son tenidos en cuenta por los padres, porque esos hijos tan queridos y deseados es nuestra propia vida y no paramos a hacer recuento, balance, del gasto realizado para sacarlos adelante.
Sólo cuando ese esfuerzo se pierde, por que la vida de nuestro hijo nos es arrebatada, es cuando nos damos cuenta del esfuerzo realizado. Quizás porque nuestra obra, nuestro esfuerzo, nuestras ilusiones, nuestro proyecto de futuro se derrumba como un castillo de naipes y el dolor nos embarga, ocupando cada rincón de nuestro ser.
Y así, día a día, existe la pérdida de un hijo, por miles de causas, por ningún motivo, por las acciones de otros, las omisiones de tantos, por culpa de todos.
Hoy me gustaría recordar aquí, a otro hijos que no han muerto en las carreteras. Hoy me gustaría recordar a esos hijos que mueren demasiado pronto dejando a sus padres, después del máximo esfuerzo, con la sensación de no haber tenido la oportunidad de casi sacarlos adelante.
Tengo amigos y compañeros entre ellos: Rosa, Amparo, Yolanda, Cristina,… (perdonadme los padres que en este momento nombre sólo a las madres). También tengo personas desconocidas que llegaron hasta aquí, como Carlos, que también perdiero a sus hijos, y comparten su dolor con otros padres en la misma situación, a través de páginas como «Renacer» o «Vivir la pérdida«.
Hoy quiero tener también un recuerdo para ese niño de 3 años que murió en una piscina de Madrid,hace tan sólo unos días.
Para todos ellos, ¡Con lo que cuesta sacarlos adelantes!, mi recuerdo.
Flor, madre de Helena.