¡Por tu madre!
Hace unos días comenzó la nueva campaña de Tráfico sobre el cinturón de seguridad y el uso del casco.
Nada más conocerla me sorprendió. Me ví reflejada en el personaje que aparece dando las muchas razones por las que ponerse el cinturón.
Y no era porque iba enumerando una seríe de razones que cualquier persona en su sano juicio las recomendaría, tampoco por lo de «por tu madre»… «para que no tenga que ir a poner flores al Km.», no, tampoco por esto.
Lo que me hizo verme reflejada era el tono, «la bronca».
Apenas dos semanas antes, yo, a través de una carta que ha sido publicada en la revista semanal de Alcobendas «siete dias» y de unos de mis post, hacía exactamente lo mismo: «daros la bronca».
Cuando escribí esa bronca, aún no sabía que conocía a la familia de una de las víctimas. Después me arrepentí de haber sido tan dura, pero sólo por el dolor que sentían estas personas. Poco después se me había pasado el pensamiento de pedir perdón. Estaba convencida de que tenía que seguir utilizando toda mi fuerza en protestar para que los jóvenes se convencieran de que tenían que cambiar.
Quizás esta nueva línea en la campaña de la DGT sea más efectiva, quizás sea porque la ha hecho una mujer «Isabel Coixet» (perdón si no lo he escrito bien), quizás porque algunos no comprenden nada más que la bronca.
Y siguiendo con la bronca, yo tengo, esta vez, que dar la bronca a «quien corresponda»:
Sólo con el casco no se salva una vida ¿Qué pasa con los «matarrailes»?, ¿Qué pasa con los arcenes sucios llenos de porquería con las que las motos se resbalan?, ¿Qué pas con las pinturas de las carreteras?
Los motoristas se ponen el casco «a quién corresponda» que se ponga las pilas.