El otro día vi esta película de la que ya me habían hablado, pero no había visto aún.
Ya sabéis que a mí no me han servido los libros de auto ayuda, y las películas tampoco iban a ser menos, aunque las veo, saco frases, y reflexiono sobre ellas. Y quizás, sin yo saberlo, ayudan a curar mi herida.
Las críticas que he leído no son buenas, pero claro, aquí no estamos hablando de una obra de arte cinematográfica, sino de una película para saber que no estamos locos, que todos padecemos el mismo dolor, y los que las escribieron seguro que ninguno había perdido un hijo, ni sabía de lo que hablaba.
A mi me gustó, porque me vi reflejada en algunas cosas.
Cada uno lleva su dolor como puede. Yo siempre aconsejo a las nuevas madres que pasan por este grupo, que se mantengan activas, que hagan cosas que les gusten y antes no hicieran por falta de tiempo, que pinten, hagan manualidades, cosan, escriban… todo aquello que te aísle pero te de paz, que te cure. Yo, por ejemplo, soy una Penélope, hago y deshago infinitamente. Escribo: cartas, manifiestos, reflexiones, y a veces pienso que es una escritura con agua. Y lucho para que a otros no les pase.
Y para aquellos críticos que la tachan de pasteleo, bodrio, desastre de manual de auto ayuda, manipuladora, prefabricada…, les diría que cuando se pierde a un hijo, cambia tu vida, tus valores, se arruinan casas, familias, matrimonios, se pierden trabajos, negocios … sobrevives a duras penas, y cada uno se agarra a lo que puede para seguir en este mundo y otros muchos, deciden marcharse de él.
Hace poco más de un mes, en el estreno de la película «Una Mañana Fría», encontré el reconocimiento de una fiscal de seguridad vial en una frase que me pareció una de las más bonita que he escuchado hasta ahora sobre las víctimas de siniestros viales. Decía algo así como que de las historias más trágicas y dramáticas que produce este hecho, surgen las historias de amor más maravillosa de este mundo.
Sí, creo que es así, esa es la belleza oculta de la que habla la película.
Siempre cuento que cuando mataron a mi hija alguien me dijo que ahora me convertiría en mejor persona. Yo le contesté que yo creía que ya era y siempre había sido una buena persona, que no era necesario que mi hija muriera para que eso sucediera. Quizás esa persona estaba pensando también en esta belleza oculta, en esa sensibilidad y empatía que desarrollamos hacia otras personas que están sufriendo lo mismo que nosotros.
Y ente las frases de la película:
«Hay tres cosas que conectan a todos los humanos: amor, tiempo y muerte»
«Busca la belleza colateral, está oculta»
«Tus hijos no tienen que nacer de ti, sino nacer en ti».
«Nadie está muerto si deja un buen recuerdo»
Y tiene un final feliz, dentro de que, en una pérdida, jamás puede existir un final feliz, pero sí puede haber una curación para que siga existiendo vida.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, a la que mató un conductor borracho.
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