Sr. Fiscal de Seguridad Vial D. Bartolomé Vargas:
Yo soy una madre de una víctima de esos mal llamados accidentes de tráfico. Una madre que nunca visitará su despacho, porque no pertenezco a ninguna asociación, aunque anivel individual estoy centrada en esta lucha por concienciar a la sociedad de los peligros de la carretera.
Como muy bien dice, pertenezco a ese nutrido grupo de víctimas, «las grandes olvidadas», que han perdido a un ser querido en nuestras carreteras, sin necesidad, sin culpa y que, hasta ahora, parecía como sifuera un tributo que tenemos que pagar por el hecho de conducir o ir en coche.
Es más, cuando dices como yo, «me han matado a mi hija» y explicas cómo ha sido, las personas exclaman ¡ah en un accidente!, como si eso tuviera justificación.
Yo, además de entregar lo mejor y lo único que tenía, la VIDA DE MI HIJA, me he volcado en hacer lo imposible, a través de mi pobre, dolorosa y triste escritura, para que esta sociedad despierte ante esta lacra y en especial a los jóvenes, por una mayor y mejor educación y respeto.
Y ya somos muchos los que estamos luchamos por esto. Ahora le toca a la justicia.
De sus palabras «la clave está en la concienciación social y en que haya una cultura de respeto a la ley», nosotros ya hemos cumplido nuestra parte, pero, vamos casi para dos años y aún no tenemos noticias de cúando se verá nuestro juicio.
El presunto culpable de la muerte de mi hija está en libertad condicional y ni siquiera se le ha retirado el carnet de conducir.
¿Cree que después de dos años la justicia puede ser «disuasoria y eficaz», tal como Ud. mismo dice que debe ser la respuesta a los delitos de tráfico?
¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar!
¿No cree que esta sociedad ha evolucionado mucho en poco tiempo y la justicia sigue yendo muy lenta?
¿No cree que siempre recae la peor parte en las víctimas y ni siquiera tenemos tratamiento como tal?
¿Qué puede hacer Ud.?
Por favor, ya es hora de que nos ayuden. No nos dejen a nosotros, la sociedad, toda la responsabilidad. Ya tenemos bastante con la pena y la desgracia de perder a nuestros seres queridos.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena Castillo.