Hoy 18 de noviembre, hace 32 años que viniste a formar parte de nuestra familia. Pequeñajo, prematuro, y al que sólo se le veía la gran melena que tenias. Y estuviste con nosotros durante 28 años, te marchaste demasiado pronto, ,justo el día 2 de Agosto, tranquilo y sereno, nunca olvidaré tu bonita sonrisa, sonrisa que tenemos siempre presente.
Con todo el dolor que supone la pérdida física de un hijo, solo tengo una palabra que decirte y es esta “GRACIAS”.
No quiero manifestar lo que me ha costado, lo que aún me cuesta no tenerte aquí, no verte, no besarte, no oír tu voz llamándome: MAMÁ, MAMÁ, pero sí te puedo decir, que trato de equilibrar este sentimiento con el pensamiento que aun no estando aquí físicamente, sé que eres feliz allí donde estas.
Espero también hayas conocido a todos estos seres tan magníficos que han partido, y que yo he tenido la gran suerte de conocer a sus madres.
Tendrás muchas misiones de ayuda, y espero disfrutes mucho de tus aficiones que tanto te gustaba hacer.
Seguro que eres un gran profesor, y estarás realizando todo tipo de deporte, todos aquellos que a ti te hacían feliz.
Es difícil que en esta vida un hijo enseñe a una madre, pero en tu caso y cuando partiste mis dos primeros pensamientos fueron “ayúdame” y “no podré vivir sin ti», ahora puedo decir que se aprende a vivir, poco a poco, partiendo siempre de la convicción que todo deseo de unos padres es que sus hijos estén bien, y sean felices. Tú estas bien y eres feliz.
Mi querido hijo, procuro cambiar mis valores y tener siempre presente la nobleza de tus sentimientos que eran extraordinarios y del que unos padres solo pueden sentirse orgullosos.
Mucha gente que te conoció me dice que será difícil olvidarte, has dejado huella entre todos nosotros.
Hoy, puedo afirmar que mi vida ha dado un giro de 180 grados gracias a tu ayuda y por supuesto mis logros se deben al trabajo y el vivir día a día con la idea clara de ir venciendo retos.
Sé que seguramente tu has puesto en mi camino personas que han calado hondo en mi, y que me han ayudado, de todo ello ahora voy recogiendo sus frutos. Gracias a ti…sí, no dudo que sea así, es cierto que nunca he perdido la esperanza, desde un primer momento, se convirtió en una compañera, donde también he podido saborear la serenidad, todo ello es posible, se necesita tiempo, pero al final se logra, lo cual me hace tremendamente feliz.
Me gustaba mucho de ti, tu generosidad y ahora me doy cuenta lo mucho que arropabas a tus amigos, José Miguel y Javi, siempre los más débiles, ellos contaban con tu apoyo….mi querido hijo.
Nos has dejado un gran legado, por ello tu muerte no será en vano.
A veces, comento: ahora Rubén hubiese hecho…, tal vez hubiera…, y me callo, me doy cuenta que ya no son tus proyectos, son solo míos, tus proyectos terminaron el 2 de agosto.
La vida, no volverá a ser la misma, porque nosotros no volveremos a ser los mismos. La palabra felicidad no tendrá el mismo significado, pero seguiremos Rubén…. seguiremos…. avanzando, y aprendiendo.
Por eso y desde el dolor de no tenerte físicamente pero con la alegría y la seguridad de la felicidad que estas disfrutando, tu padre, tu hermana y yo te decimos,
MUCHAS GRACIAS HIJO Y FELIZ CUMPLEAÑOS.
M. Carmen Gonzalo, madre de Rubén.
Querida madre de Rubén:
Hoy se cumplen 4 años y 7 meses desde que cubrimos el cuerpo de Helena con un verde manto. Para mí fue el día más doloroso de mi vida. Me alegra saber que para tí este día tiene connotaciones más felices.
Gracias por el apoyo que nos das a tantas madres, todos los días.
Un fuerte abrazo en este día.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.