La salud, esa de la que nos acordamos cuando nos abandona, se pierde también con la pérdida de los hijos.
Son o somos muchos los padres que después del shock producido por la pérdida tan traumática de nuestros hijos, comenzamos a tener nuevas enfermedades o se agravan las ya existentes.
Y así aparecen enfermedades autoinmunes y demasiados tipos de cáncer.
Es cierto que nuestra salud depende de muchísimos factores, y en indudable que nuestra salud mental afecta a la salud física. El dolor producido por la pérdida de un hijo nos lleva a un estado lamentable y nuestro organismo debe volverse loco.
Como decía en un antiguo post, las entrañas también lloran, y se retuercen, y poco a poco, ese primer deseo de querer morir que se adueña de nosotros, y que ya casi lo hemos olvidado, se va materializando en partes de nuestro cuerpo.
Sí, olvidado, porque según va pasando el tiempo, la vida te va engañando y enganchando nuevamente, y una vez superada esa única idea de querer morirte, te asusta nuevamente la enfermedad, y casi la muerte.
Nadie se muere, aunque lo desee. Mi psicóloga siempre decía que incluso los que se quitan la vida no quieren morir. Y nosotros, las víctimas, y según las creencias, aunque deseemos volver a encontrarnos con nuestros hijos, algunos con total certeza, otros con la incertidumbre de si será real que volvemos a vernos, es normal que pasado un tiempo, y después de lo sufrido, sintamos miedo al dolor.
Eso no significa que ya no nos acordemos de nuestros hijos, que seamos egoístas y queramos seguir en esta vida, no. Nadie puede vivir por mucho tiempo con el dolor y la locura de los primeros momentos, todos tenemos que hacer lo imposible para seguir en este mundo, cada uno encuentra su camino y aquello por lo que seguir vivo, y una vez pasado este infierno que dura años y quizás el resto de nuestra vida, viviremos toda la vida, la vida de cada uno, hasta que llegue la muerte.
Y a pesar de nuestro dolor tenemos que cuidarnos, porque no nos moriremos hasta el final de nuestra vida, y depende de la salud en cada uno será más o menos larga. O corta y maltrecha, porque la muerte de un hijo acorta la vida.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.
QUE BIEN A HECHO LEER ESTE TEXTO.