En los periódicos son sólo un número, 3 jóvenes muertos y 7 heridos y, cómo mucho, una serie de iniciales: Marc S.S., Alberto M.F., Mertxell C.P., pero en sus casas, cada uno de ellos ocupaba un lugar, tenía un rostro, una sonrisa, un beso y un abrazo, para con sus madres, con sus padres. Algo que ya, jamás, volverán a hacer.
Los periódicos no muestran sus caras, sus sonrisas, sus sueños, sus ilusiones.
Los políticos lo tomarán como un «no conseguido» en sus objetivos y puede que en algún caso, algo que llevar en sus nuevas campañas: la eliminación de ese punto negro de la carretera que les arrebató a sus hijos.
Pero nadie, nadie, como los padres que trajeron a esos hijos al mundo, sentirán la pérdida de los mismos.
Nuevamente, otras familias llenas de dolor. ¿A quién le importa? A nosotros. A nosotros, los padres y mucho.
Vuestro dolor es mío, porque antes, ya fui yo.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.