El 2 de Agosto, se cumplieron 31 años de la desaparición de Cecilia, cantante y compositora.
Para los más jóvenes, puede que este nombre no os diga nada, para los que tenemos unos años, nos recordará la figura de una joven que nos dio la posibilidad de escuchar canciones con mensaje y mucha poesía, que se salían de lo que había sido habitual hasta ese momento.
Cecilia, Evangelina Sobredo Galanes, era una chica culta, con idiomas, licenciada en Derecho, que tocaba la guitarra y componía sus canciones y que estaba en pleno auge artístico. El día 2 de Agosto de 1976, volviendo de un concierto en Galicia, de madrugada , su coche impacto contra una carreta de bueyes, no señalizados, muriendo en el impacto ella y uno de sus músicos.
Por entonces, los accidentes no eran tan habituales ni conocidos. Algunos cantantes o músicos, morían en ellos y parecía que era algo lógico y un tributo que tenían que pagar, al hecho de desplazarse de un lado para otro por su profesión.
A mí, personalmente la muerte de Cecilia me impactó, pero mucho más la actitud de su madre, María Dolores. Una mujer, que a diferencia conmigo, fue madre de 8 hijos y que, en los años posteriores a la pérdida de su hija, siguió haciendo todo lo posible por recuperar escritos y maquetas de canciones de su hija, que permitieron hacer grabaciones después de su muerte y seguir manteniendo la voz de Cecilia y permitirnos seguir disfrutando de sus canciones.
Siempre me preguntaba ¿Cómo podría tener fuerzas para rebuscar entre sus cosas, después de tan gran pérdida?, ¡Cuánto la comprendo hoy en día!
Cecilia murió, pero su voz, sus canciones, sus pinturas, siguen con nosotros, por siempre. Su madre sigue aún viva, y supongo, que este pequeño recuerdo a Cecilia, no le llegará, porque por su edad avanzada, sólo le produciría dolor.
Mi recuerdo para Cecilia por dejarnos canciones como “Dama, Dama, Doña Estefaldina, Desde que tú te has ido, Mi querida España, etc.” y en especial, “un ramito de violetas”.
Desde que recordé que iba a ser su aniversario y pensé en escribir este pequeño texto, caí en la cuenta, que las flores que más abunda en mi casa y en mi oficina son las violetas, junto con las calas de mi hija.
Dos hijas, dos flores, las calas y las violetas.
Cecilia murió en la flor de su vida, 27 años, por un mal llamado accidente, estúpido como todos.
Un ramito de violetas para Cecilia.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.
PD: Jóvenes que no conozcáis a Cecilia, os recomiendo que escuchéis algunas de sus canciones.www.cecilianet.com
Publicado sábado, 04 de agosto de 2007 6:59 por FZ_madredHelena