Seguimos visitando los lugares que le encantaban a Helena. Éste no llego a verlo terminado, pero intuía que sería maravilloso y le gustaba venir para ver cómo iba.
No se equivocó.
Lástima que no pueda disfrutarlo.
Pensamos no volver pero, al final, decidimos mirarlo con los ojos de ella, para que lo pudiera seguir viendo.
Helena, mí querida Helena… ¡Cuantas cosas te faltaron por hacer! ¡Cuanta alegría nos proporcionaste! ¡Qué poco tiempo tuvimos para agradecértelo!
Mamy te quiere.
Publicado lunes, 10 de mayo de 2010 9:50 por FZ madredHelena.