(Helena de «ratita rosa» presumida)
Cada fecha conmemorativa nos trae un nuevo recuerdo. Y todos son de añoranza y tristeza. Tristeza porque fueron momentos preciosos y ya no volverán. Y no tenemos opción de volver a repetir, ni poder celebrar.
A mí me encanto, siempre, disfrazarme, y hacer lo mismo con mi hija. No hubo ningún carnaval que no lo hiciera. Siempre le hacía el disfraz, con la ayuda de mi madre, desde que tuvo unos pocos meses, que aún no se andaba.
Y recuerdo una vez que nos disfrazamos los tres, de época. Estábamos divinos. Fuimos a hacernos una foto de estudio, pero el fotógrafo no debía estar y lo hizo un aprendiz que nos cortó las piernas, con lo que se perdía toda la gracia de la vestimenta. ¡Cómo disfrutamos ese día!
Por eso, estas fiestas de alegría, son un motivo más para estar triste.
Queridas, Pino, Vanessa, y tantas y tantas que disfrazaban a sus niños, un día debíamos reunirnos todas y disfrazarnos por nuestros hijos. Ellos ya llevan un disfraz para el resto de nuestras vidas, y nosotras no conseguimos quitarnos esta careta.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.
Hola Flor
aquí en mi tierra también nos vestimos casi todos de carnaval mi esposo toca en una banda de música y siempre en esta fechas se visten y mi hijo Aday también con su murga y cuando era pequeño en el colegio y cuando iba con su padre de mascota a las carrosas gracias la verdad que estas fechas nos hacen recordar esos hermosos años un abrazo