Cada vez que oigo o leo la noticia de una desaparición me tiemblan las carnes.
Esta noche cuando escuchaba que ya habían detenido al secuestrador del bebé de 16 meses en Almería, para mis adentros decía, lo habrá tirado en algún sitio.
Acabo de enterarme que lo han encontrado, muerto.
¡Cómo puede haber gente tan mala y malvada!
¡Qué dolor!
Se cumplió el presagio
e hirió el alma,
se hizo la luz
en las tinieblas heladas.
Se nos rompió el corazón
de tanto buscarla,
se apago la luz
de su tierna mirada.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.
Este poema me salió con otra desaparición en la que se cumplió también el presagio.
Vuestro dolor es también el mío.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.