Cinco años sin Alejandro

alejandro

(Alejandro)

La pérdida de un niño de corta edad nos produce gran dolor e infinita ternura, quizás porque su vida fue demasiado corta y porque apenas pudimos disfrutar de él.

En algunas culturas dicen que un niño que muere no nos tiene que producir tristeza porque eso significa que murió porque su vida no iba a ser fácil ni buena. Tampoco es consuelo.

Algunos piensan que cuando un niño muere pequeño los padres encontrarán más pronto consuelo porque los recuerdos de él son menores que los de un joven con más años. Otro error.

Yo trato de consolar a algunas madres, inútil intento, diciéndoles que tienen otros hijos pequeños o que tendrán otros, pues cuando se producen estas muerte de niños pequeños, normalmente, significa que las madres son jóvenes.

Sé que aquellas madres que tienen más hijos me echarán en cara que ningún hijo suple a otro, ya lo sé, pero es cierto que ayudan a vivir.

Tan solo hay algo que no envidio de estas madres: tener que contar a su otros hijitos cómo murió su hermanito.

Quizás fue esta idea lo que me hizo comenzar a escribir los «Cuentos del hada Helena», la mayoría de ellos dedicados a víctimas o familiares de víctimas.  También cuentos para concienciar sobre la Seguridad Vial. Pero sobre todo, comenzó mi saga de «el hada Helena y el rey Melenao» con el cuento «El guardián del ventanal», dedicado a Diego, un niño muerto en la piscina de su colegio. Y ahí comenzó a crecer la fauna que forma la corte del «rey Melenao, en el país Infinito».

El país del rey Melenao no es el tradicional cielo. Es un lugar especial desde donde los niños, convertidos en ángeles o animalitos, siguen vivos jugando y viendo a su seres queridos, y encargándose de cuidar de su semejantes. Y de cuando en cuando, un nuevo integrante viene a unirse a los ya existentes, siempre de la mano del hada Helena. Hada buena que les recata de ese estado intermedio.

Alejandro cumple hoy su quinto aniversario desde que un fatal accidente se lo llevara. Y ya es un miembro más del país Infinito.

Aunque Eva, su mamá, hace tiempo que tiene su cuento sobre cómo llegó Alejandro al país del Rey Melenao, como homenaje a Alejandro en un día como hoy, os invito a leer «Alejandro y su viaje al país del rey Melenao».

No sé si podré poner el cuento con todas su fotos e imágenes, lo intentaré.

Querida Eva, ya sabes que Alejandro tiene alas, y puede volar a donde quiera. Un fuerte abrazo.

Flor Zapata Ruiz, madre del hada Helena.

 

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Acerca de Flor Zapata

Desde Abril de 2005, soy Flor Zapata, madre de Helena. Ese es mi pie de firma desde que escribo para concienciar sobre los peligros de una conducción no responsable.
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