«Visto para Sentencia»
Hoy, día 18 de Febrero de 2008 se han dado bastantes coincidencias. Unas relacionadas con el número 18 y el resto con la pérdida de Helena.
Hace 2 años y 10 meses, tal día como hoy, enterrábamos a nuestra hija.
Hoy, las cifras de muertos de este pasado fin de semana que comunicaban todos los diarios, eran de 18 muertos, 8 menos que el año pasado, se empeñan en decir. No, no es así. Son 18 muertos más y si no que se lo pregunten a sus familiares.
Hoy, también se podía leer en El País un artículo titulado «morir en el carril correcto». En este caso, el artículo se refería a los que mueren por culpa de los Kamikazes, pero la coincidencia con mi hija es la misma en el sentido de que ella también iba de forma adecuada por su carril.
Hoy, 18 de Febrero, 2 años y 10 meses después de que mataran a mi hija, un juez a pronunciado la frase: «Visto para sentencia»
Hoy quiero dar las gracias, a pesar de todos los avatares, retrasos, huelgas y deficiencias con las que cuenta nuestra justicia (han sido necesarias 5 convocatorias), a los profesionales que han hecho su trabajo: Guardia Civil, Fiscales, Abogado defensor de nuestra causa.
Y como ya comenté en otra ocasión, no traeré hasta aquí los pormenores de la audiencia pública hasta que no se haya dictado sentencia, pero quiero hacer una mención especial para nuestro abogado que ha documentado, argumentado y defendido magníficamente su petición de condena.
El abogado del presunto implicado ha hecho también lo que ha podido. Ha defendido lo indefendible.
Y el culpable, que es el único que a pesar de quitar una vida tiene el privilegio de decir la última palabra, ha dicho algo así: «Yo no soy una mala persona. Tengo una hija de 10 años, si a ella le hicieran algo así, yo les odiaría mucho».
Él jamás podrá comprender ni entender los sentimientos que yo tengo y padezco. Los que tienen sentimientos como los que él describe, no esperan a la justicia.
Nosotros no hemos aportado pruebas a la justicia para que dé un veredicto de culpable porque le odiemos. Nosotros ya sólo pedimos justicia, porque sabemos que a nuestra hija, no nos la van a devolver.
Y para celebrar este «visto para sentencia», nos hemos ido al cementerio, a visitar la tumba de nuestra hija. A llevarle flores. Lo único que ya podemos hacer con ella.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, que murió por el alcohol que otro tomó.
Ya duermen en su tumba las pasiones
El sueño de la nada;
¿es, pues, locura del doliente espíritu,
o gusano que llevo en mis entrañas?
Yo sólo sé que es un placer que duele,
Que es un dolor que atormentando halaga,
Llama que de la vida se alimenta,
Mas sin la cual la vida se apagara.
(Ya duermen en su tumba las pasiones. Rosalía de Castro)