La Justicia del Tiempo

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Los padres que acudimos a un juzgado buscando esa parte de justicia que la sociedad nos debe, cuando la pérdida de un hijo se ha producido por y a causa de otro, nunca es satisfactoria, porque la justicia es garantista, y en el mejor de los casos, los padres que perdieron al hijo no lo van a recuperar, y la pena impuesta al causante, al culpable, nunca será tan grande como la que le tocó a la víctima: la muerte.

Pero, a veces, existe una verdadera justicia: La justicia del tiempo.

En alguna ocasión he hablado sobre los acuerdos antes del juicio. Esos acuerdos, en su gran mayoría no favorecedores a las víctimas, son propiciados por abogados, fiscales, y jueces, que se ven aliviados en su carga de trabajo.

Guille, perdió su vida a manos de alguien que quiso tomarse la justicia por su mano. A sus padres les costó siete años poder llevar al culpable a juicio. Un juicio en el que, el culpable, debería haberse acusado, casi, de asesinato, pero solo se le acusaba de homicidio imprudente.

Dos años, nos dijo la abogada. Eses era el acuerdo, y no se realizaba el juicio.

Eso conllevaba que no entraría en la cárcel, pero como era una persona que tenía otros temas con la justicia, enseguida entraría. Creo que esto tampoco es cierto.

Y cuando unos padres llevan siete años pendientes de poder cerrar una etapa, una herida, casi es un consuelo no tener que entrar en la sala.

Nos dijo que la jueza estaba muy cansada, muy cabreada (por la demora, siete años. Como si la culpa fuera de las víctimas), si se realizaba el juicio era probable que la sentencia fuera menor. Vale, dos años, asintieron los padres. Y si yo no hubiera estado presente, habría dicho que no se enteraron bien, que los nervios… pero es que yo estaba presente. Cuando llegó la comunicación de la sentencia a los padres de Guille, el acuerdo era de 20 meses. Nada  de 24 meses. ¿Nos engañaron? ¿Se confundieron?

Eso sí, le retiraban el carnet por 4 años. Y el pago de costas a cargo del reo. Y si en tres años era reincidente, inmediatamente entraba en la cárcel.

Y como siempre, el papel todo lo soporta, pero, nadie le retiró el carnet. No pagó las costas. Y los padres sintieron que no había servido de nada todo el esfuerzo realizado.

Pero era cuestión de tiempo. Tiempo de esperar. Tiempo de no abandonar.

El que mató a Guille no entró en la cárcel por lo que hizo, pero era cuestión de tiempo que le volvieran a coger. Esta vez por conducir cuando el carnet en teoría lo tenía retirado, aunque estaba en su poder, porque nadie se lo retiró.

Y después de dos años, desde la sentencia, el culpable de la muerte de Guille está en la cárcel. Y para unos padres eso es algo de justicia, aunque esa justicia haya sido la del tiempo.

Querida Meli, la muerte de Guille nunca tendrá justicia, porque la muerte injusta no se paga con nada. Un fuerte abrazo.

Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por un conductor con alcohol.

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Acerca de Flor Zapata

Desde Abril de 2005, soy Flor Zapata, madre de Helena. Ese es mi pie de firma desde que escribo para concienciar sobre los peligros de una conducción no responsable.
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Una respuesta en “La Justicia del Tiempo

  1. Daysi Patricia Garcia Salgado dijo:

    Mi hijo desaparecio el 14 de noviembre de 2015, hasta el dia de hoy es muy doloroso,por que vivo con la incertidumbre de que fue lo que le paso, a donde esta, a veces pienso que va a regresar, cuando voy por la calle veo jovenes parecidos, me imagino que quizas lo golpearon y perdio la memoria y pueda andar perdido, veo indigentes y me pregunto si podra ser el, mi hijo tenia 23 años, le faltaban 18 dias para cumplir 24 años,todo es muy dificil, cada cosa me recuerda a mi querido Omar, acercarme a Dios me a mantenido fortalecida,leer sus perdidas me ayuda a llevar mi dolor, ahora soy una madre sin hijo

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