Yo creía que con ayuda psicológica, aprendiendo a sobrevivir, encontrando un nuevo camino, con resiliencia, se conseguiría, pero no, no es así.
Porque qué es lo que se conseguiría. ¿Vivir sin el hijo perdido? Imposible.
Por muchos años que pasen, ellos están siempre ahí. El primer pensamiento al abrir los ojos. El ultimo antes de cerrarlos. Y los días llenos de ausencia y añoranza.
No hay un momento para llorar, ni un momento para olvidar, solo hay momentos. Momentos en los que se vuelve a sonreír, algunos momentos de placer, pocos, algunos, después de mucho tiempo. Y muchos momentos para recordar.
No hay esperanza.
Esperanza, de qué.
Ahora lo entiendo, se acerca otro diecisiete.
Definitivamente, me quedé loca, loca de dolor, y eso no se cura.
Dolor eterno,
dolor enfermo,
dolor compartido,
dolor consentido.
Dolor, duelo, desvelo,
por ti muero.
Duelo. Flor Zapata Ruiz, madredHelena
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor borracho.